lunes, 23 de marzo de 2009

Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia

Cada 24  de marzo se conmemora a las víctimas políticas producidas por la última dictadura militar que gobernó el país, autoproclamada Proceso de Reorganización Nacional. Se conmemora en recuerdo del mismo día de 1976, fecha en la que se produjo el golpe de Estado que depuso al gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón, dando inicio a la dictadura militar. 
El gobierno de facto detuvo, interrogó, torturó y ejecutó clandestinamente a cientos de guerrilleros, colaboradores, incluyendo a médicos y abogados que ofrecieron apoyo profesional a los perseguidos, así como a miles de civiles que no tenían ninguna relación con las organizaciones armadas y estableció centros clandestinos de detención para llevar a cabo estas tareas. Las personas detenidas en estos centros clandestinos eran denominados «desaparecidos» y gran cantidad de ellos fueron ejecutados y enterrados en fosas comunes o arrojados al mar en aviones de las fuerzas armadas.

La verguenza, la miseria, el azco, la bronca y el odio eterno a los asesinos: Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera, Orlando Ramón Agosti,nRoberto Eduardo Viola, Armando Lambruschini, Omar Domingo Rubens Graffigna, Leopoldo Fortunato Galtieri, Basilio Lami Dozo, Jorge Isaac Anaya, Cristino Nicolaides, Rubén Franco, Augusto Jorge Hughes y Reynaldo Benito Bignone.

Amor, voluntad, perseverancia, admiración y memoria a las Madres de Mayo.

Hoy como muestra de memoria todos deberiamos llevar en la cabeza un pañuelo blanco.



LETRA DE LA CANCION ISMAEL SERRANO - A LAS MADRES DE MAYO

Te busca madre mientras su cuerpo es mecido 
por el mar en el que se sumerge dormido. 
Sueña tu abrazo, busca recuerdos, 
a los que aferrarse para no conciliar el sueño. 

El mar se inquieta, es tempestad, lamento. 
¿Quién pudo lanzar mil ángeles desde el cielo? 
Y oye tus gritos, blancos pañuelos, 
cubren sus aguas, los trajo el viento. 
Manda una ola para que se lleve 
a los traidores que sembraron tanta muerte. 

Barcos y naúfragos oyen sus voces. 
Les dicen "Nunca, nunca, olviden nuestros nombres". 
Díle a las madres que en algún lado, 
donde hace falta, seguimos luchando. 

Madre, tu hijo no ha desaparecido. 
Madre, que yo lo encontré andando contigo. 
Lo veo en tus ojos, lo oígo en tu boca, 
y en cada gesto tuyo me nombra. 
Lo veo en mis luchas y me acompaña 
entre las llamas de cada nueva batalla. 

Guían mis manos sus manos fuertes, 
hacia el futuro, hasta la victoria siempre. 
Guían mis manos sus manos fuertes, 
hacia el futuro, hasta la victoria siempre.

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